PARA EL BANCO NACIÓN DE EZEIZA, “ABIERTO LAS 24 HORAS” ES SOLO SI EL EMPLEADO QUIERE

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En la Argentina cuando un ciudadano viaja al exterior no puede, como en la mayoría de los países, ir a una casa de cambio o un banco y comprar la moneda del país al que se dirige. Debe o ir al mercado ilegal, por lo tanto cometer un delito según la opinión de las autoridades, o ir al gobierno y pedirle autorización para comprar la moneda que necesita. El pasajero en cuestión, como tantos, viajaba del interior al exterior. Al llegar a Aeroparque fue al local del Banco Nación con su certificado pero le dijeron que allí no le podían vender los dólares, que fuera a la sucursal de Ezeiza antes de embarcar. Después de hacer el check in a las 11 de la noche el pasajero se dirigió al local del banco…pero estaba cerrado. Unas cintas, típicas de aeropuertos, impedían el paso. Tampoco había alguien atendiendo. Desorientado, fue entonces a informes del aeropuertos donde le dijeron que el banco funcionaba las 24 horas… ”que seguramente el chico había ido a hacer algo”. Efectivamente, a los 15 minutos llegó el empleados con una bolsita de papel (¿la cena?), atravesó la cinta e informó a quienes esperaban que “el banco estaba cerrado”.
– “Pero cómo -preguntó el pasajero- ¿no es que el banco atiende las 24 horas?
– “Si, pero está cerrado”
– “No entiendo -insistió el pasajero, urgido por la salida del vuelo- Si atiende las 24 horas no puede estar cerrado”
– “Pero está cerrado”
– “¿Me permitís tu nombre? (llevaba la identificación colgada del cuello dada vuelta)
– “No se lo voy a dar, no sé quién es usted”
– “Un ciudadano, y te doy mi nombre y número de documento”
– “Pero el banco está cerrado”, insistió generando otra vez la discusión absurda de abierto las 24 horas pero cerrado
– “Es que se cayó el sistema”, apeló finalmente, escaso de argumentos, a la excusa incomprobable.
– “¿No hay back up, no se puede hacer manual el trámite, no se…”
– “No. Venga dentro de un rato”
– “¿En cuánto? El vuelo se va…”
– “No sé, en un rato”
Media hora después la cinta seguía en su lugar y el banco abierto las 24 horas cerrado. Las opciones no eran muchas: irse sin dólares y un certificado oficial inútil en el bolsillo -“y arreglate como puedas”- o perder el vuelo. Por si no quedó claro: sábado 11 de septiembre de 2015 a las 11 de la noche, Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, pasajero vuelo Copa 453.

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