A partir de enero de 2016 se comenzará a construir una segunda pista en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, de Lima. El problema es que para esa fecha, el estado peruano deberá haber terminado el traspaso de tierras que Lima Airports Partners (LAP) concesionaria de la termina, necesita para construir la nueva infraestructura. De todos modos, las obras no estarían concluidas antes del 2020. Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI) de Perú, apuntó además que la incorporación de una nueva pista demandará nuevas calles de rodaje, plataformas de estacionamiento, hangares y una nueva terminal de pasajeros. El temor del sector aerocomercial peruano es que las obras se posterguen y Lima pierda su sitial como el hub de Sudamérica de manos de otras ciudades como Bogotá, Quito o Santiago de Chile. “La ubicación geográfica de Lima -casi al centro del continente, por el lado del Pacífico- favorece al aeropuerto, y con las mejoras que hasta hoy ha hecho LAP a su infraestructura ya se puede inferir el potencial que tiene, a partir del crecimiento de su tráfico de pasajeros en los últimos 13 años”, comentó Luis Villa, gerente general de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur).
