Este miércoles el ministro de Economía Axel Kicillof y un grupo de funcionarios inauguraron en viaje a Fortaleza el nuevo avión presidencial, el T-04. Se trata de un Boeing 737-500, bautizado por decisión de Cristina Fernandez de Kirchner «Monseñor Enrique Angelelli», en homenaje al obispo asesinado durante la dictadura. La mandataria, en cambio, viajó directamente desde Santa Cruz en el T-01. La explicación oficial por la incorporación del nuevo avión es «la antigüedad de los medios aéreos oficiales, que obligan a largos procesos de mantenimiento a la flota presidencial”. El avión hizo su primer vuelo el 8 de septiembre de 1993. Operó para varias aerolíneas, incluida Air France, antes de llegar en octubre de 2004, alquilado por GECAS, a Aerolíneas Argentinas, como LV-AYE. El B737-500 es considerado, por lo especialistas, como el más improductivo (costo por asiento) de la familia. El avión estaba parado en San Juan y en parte canibalizado. Para devolverlo, la aerolínea debía ponerlo en condiciones, incluyendo un chequeo, lo que salía más caro que el equipo mismo. Se estima que su valor como remanente de avión y motores rondaba los U$S 1,75 millones. Finalmente Aerolíneas se lo compró a GECAS, para quienes fue una alegría, ya que este avión difícilmente tuviera futuro en el mercado de las aerolíneas. Para el secretario General de la presidencia, Oscar Parrilli, el costo de recuperar este avión fue de U$S 3 millones, aunque no aclaró -tampoco la empresa- en qué consistió el acuerdo de traspaso. Pero además había que reconfigurar su interior, ahora con la parte delantera tipo ejecutiva (incluyendo una clase intermedia para ministros) y 54 asientos atrás. Parte del mismo proviene del famoso avión ejecutivo de Antonio Mata -también un B737 desprogramado y reconfigurado que pocas veces se usó- y parte provista por el mismo proveedor que configuró el B 757, identificado como T-01, en tiempos de Carlos Menem. Aerolíneas será la encargada del mantenimiento e inspecciones regulares que se le deban realizarse a la aeronave. Lo positivo es que el T-04 es más barato para volar a Rio Gallegos o a El Calafate que el T-01. La flota presidencial consta ahora de estos dos aviones, dos Fokker F 28 (de más de 40 años) y un Lear Jet de Fuerza Aérea.
TRASLADAN UN EX B737-500 DE AEROLÍNEAS ARGENTINAS A LA FLOTA PRESIDENCIAL
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