Finalmente Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), le ganó la pulseada al Ministerio de Trabajo. El ministro Carlos Tomada había ordenado el quite de la personería jurídica al gremio por no acotar una conciliación obligatoria dictada durante un conflicto en noviembre de 2011. En ese momento los vuelos de Aerolíneas Argentinas se vieron virtualmente paralizados por una supuesta medida de fuerza del gremio que agrupa al personal técnico. “Exceso de celo profesional”, dijeron desde el Gobierno. Pero APTA negó que se hubiera tratado de medidas de fuerza y adujo «fallas del servicio que dieron origen a la suspensión de vuelos». El fallo, firmado por las juezas Graciela Marino y Silvia Pinto Varela, recoge este argumento y destaca que la entidad gremial «desconoce haber declarado una medida de acción directa y haber participado de modo expreso en los incidentes del 11 de noviembre de 2011». «Corresponde a la autoridad administrativa demostrar en forma precisa el alzamiento de la organización sindical, extremos que, con los elementos aportados, no ha sido acreditado», expresó la Sala al ratificar la personería gremial del sindicato. La entidad que conduce Cirielli celebró la decisión argumentando que “el Gobierno trata de silenciar las certeras denuncias de nuestro sindicato contra la pésima administración, cuentas sospechosas, despilfarro, falta de inversiones y también en seguridad e higiene en Aerolíneas y Austral».
