El cuadro, bajo la premisa siempre flexible de que “la única verdad es la realidad”, lo distribuyó la propia AAA (Asociación Argentina de Aeronavegantes) con la clara intención de mostrar como los salarios del sector desde septiembre de 2023 hasta la fecha habían perdido respecto a la inflación, argumento básico para sostener las medidas de fuerza de los últimos meses en sociedad con sus vecinos los pilotos.
Octubre de 2023 (refleja el dato de inflación de septiembre) fue el último mes donde el ajuste recibido coincidió con el IPC. A partir de allí hay una pérdida del poder adquisitivo por el arrastre de inflación que se compensa en alguna medida en meses como febrero (16%) o marzo (21%).
Nadie duda que los tripulantes de cabina de Aerolíneas Argentinas y Austral, como gran parte de los asalariados del país, perdieron capacidad de compra. Lo que llama la atención es por qué los reclamos, con medidas de fuerza incluidas, no empezaron el año pasado.