La aerolínea canadiense se autofijó la meta de alcanzar las cero emisiones netas contaminantes para el 2050. En concreto, la iniciativa habla del 20% menos de emisiones GEI (Gases de Efecto Invernadero) en los vuelos y 30% de emisiones GEI en las operaciones terrestres, tomando como punto de comparación el 2019. A esto se sumará una inversión de US$ 50 millones en combustible sostenible de aviación (SAF). “El crecimiento económico y la sostenibilidad son igualmente importantes, y tenemos un sólido historial en ambos. A pesar del severo impacto de la pandemia Covid-19, seguimos profundamente comprometidos con la sostenibilidad a largo plazo. El cambio climático es fundamental y creemos que podemos y debemos hacer más para abordar esto para el futuro de nuestro medio ambiente. Es por eso por lo que estamos incorporando aún más las consideraciones climáticas en nuestra toma de decisiones estratégicas, y emprendiendo un plan muy ambicioso que sea significativo, apoyará la posición de liderazgo de Canadá sobre el cambio climático, avance descarbonización en la industria de las aerolíneas, manteniendo las tarifas asequibles para los clientes”, dijo Michael Rousseau, presidente y director Ejecutivo de Air Canada.
