El paro general del último lunes en Argentina, al que se plegaron la totalidad de los gremios aeronáuticos, llevó a que la gran mayoría de las aerolíneas internacionales suspendieran sus vuelos programados para ese día o adelantaran o atrasaran sus partidas. Oficialmente se informó que los pasajeros afectados sumaron 71.000. Una excepción fue American Airlines que, por disponer de servicio de rampa propio en Ezeiza, pudo cumplir con su programación. Obviamente las aerolíneas locales fueron las más afectadas. Aerolíneas Argentinas y Austral cancelaron casi 600 vuelos, entre nacionales e internacionales, que terminaron por afectar a unos 17.200 pasajeros. Se estimaron las pérdidas en U$S 8 millones. Latam, que también suspendió con aviso tanto sus vuelos nacionales como internaciones, dejó de transportar unos 14.800 pasajeros en 116 vuelos. Andes y Avianca, por su parte, también cancelaron sus vuelos. Solo Flybondi pudo mantener 8 vuelos despegando desde El Palomar y otros aeropuertos del interior por contar con handling propio y su personal no estar agremiado. En total transportaron 832 pasajeros. Aerolíneas y Latam -y lo mismo ocurrió con las aerolíneas internacionales y el resto de las de cabotaje- ofrecieron a sus pasajero la posibilidad de modificar la fecha de vuelo sin penalidad, cambio de ruta -sujeto a las diferencias de tarifa aplicable- o directamente la devolución de lo pagado sin multa.
