Una parte de los inversores de Fastjet se manifestó contra la iniciativa, promovida por otro sector de los accionistas, que plantea remover de sus funciones al CEO de la aerolínea: Colin Child. En realidad, la movida terminó por generar un bloque entre los accionistas minoritarios que derrotaron al poderoso Easygroup, que promueve la dimisión del ejecutivo basado en lo que considera fracasos del directivo como la no concretada mudanza de las oficinas de la compañía y sostener una matriz de costos operativos muy altos que impide la posibilidad de ofrecer tarifas y servicios low cost. La empresa comenzó a operar en 2012 y los primeros resultados económicos y operativos fueron decepcionantes. “El número de pasajeros siguen siendo inferiores a lo esperado. Mientras que las rutas domésticas de Tanzania están mostrando signos de recuperación de los servicios internacionales siguen siendo difíciles”, admite Fastjet en un comunicado.
