Para lograr este truco, se necesita que empresa y gremios se pongan de acuerdo. Después de acusarse y amenazarse públicamente, los sindicatos y la conducción de Aerolíneas llegaron a un acuerdo 45 días atrás durante las discusiones paritarias por el cual los incrementos salariales de los empleados de Aerolíneas y Austral no serian superiores al 28,15%, como pedían desde el Poder Ejecutivo, pero recibirían un bono equivalente al 26% de la masa salarial que guardaría la forma de un “Fondo de ayuda”. Monto que la empresa le transferiría a cada gremio para que sea éste en forma igualitaria quien distribuya el importe entre sus afiliados. Fue así que la semana pasada, después de recibir los fondos desde la empresa, los pilotos de Aerolíneas Argentinas y Austral recibieron cada uno un cheque por 13.598 pesos. Pablo Biro, presidente de APLA, buscó explicar que “los aportes que hace el sindicato a los pilotos no tienen ninguna vinculación con los salarios. Son del tipo socio-asistencial. Algunos gremios reparten fondos para mejorar la prestación médica, pero nosotros elegimos hacer todo esto y entregar a los pilotos la totalidad de los fondos que tenemos asignados para esa función”. El esquema acordado con la empresa -de allí la importancia de que el monto sea igual para todos- tiene otro costado polémico: lo recibido está exento del pago del impuesto a las ganancias
