En octubre, como publicó Aviación News (24/10/13), las gerencias operativas de la empresa habían sido notificadas sobre el levantamiento de esta ruta emblemática de Aerolíneas. La noticia, ahora oficial, se conoció esta semana presentada como parte de un “nuevo plan operativo”. Según éste, el abandono a partir del 1º de abril de Sydney, permitiría incrementar las frecuencias a Roma y Barcelona, que pasarían a ser diarias. Aerolíneas reconoce ahora que Oceanía no es de los destinos preferidos de los argentinos, que la ruta es deficitaria -el año pasado arrojó pérdidas por U$S 29 millones, aunque hay otras más deficitarias, como la operación regional que contribuyó con un rojo de U$S 85 millones-, y que con los A340-200, el avión más adecuado entre los que dispone Aerolíneas para esa ruta, el vuelo directo necesariamente debe ir penalizado al admitir por peso solo 183 pasajes (el avión dispone de 249 asientos). Para algunos, se trata de la primera medida sensata en los últimos 10 años. Para los especialistas, el problema con esta ruta se agravó cuando la empresa decidió, supuestamente por exigencia de SkyTeam, levantar la escala en Auckland que generaba la mitad del tráfico. Además con la parada en Nueva Zelanda el avión tenía un disponible de 27.000 kilos, en tanto que el vuelo directo a Sydney solo admite 18.500 kilos. La compañía inauguró la ruta transpolar el 7 de junio de 1980, constituyéndose en un hito en la aviación mundial. Actualmente opera tres frecuencias semanales. Cuando en abril la compañía abandone Oceanía también los cuatro A340-200 dejarán de volar (algunos posiblemente antes). Los directivos de Aerolíneas sugirieron que la ruta seguirá atendida por sus socios en SkyTeam. Sin embargo es probable que el tráfico desde esta parte del mundo opte por la alternativa más directa y conveniente de Qantas y LAN desde Santiago. La primera ofrece tres vuelos semanales directos con B747-400 y LAN seis haciendo Santiago-Auckland-Sydney, con A340-300.
