PARA LATAM, EL CAPÍTULO 11 ES LA MEJOR OPCIÓN PARA LOGRAR SU REESTRUCTURACIÓN. ¿QUÉ PASA CON LA FILIAL ARGENTINA?

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La decisión de LATAM Airlines Group S.A. y sus filiales en Chile, Perú, Colombia, Ecuador y los Estados Unidos de acogerse voluntariamente al Capítulo 11 de la ley de quiebras de los Estados Unidos era, si no la única, la mejor opción para lograr su reorganización financiera para mantenerse, transformando su negocio, en una posición de liderazgo en el mercado de la aviación latinoamericana en la era post-COVID-19. A la luz del impacto sin precedentes que ha generado esta pandemia en la industria mundial de aviación, este proceso de reorganización le ofrece a LATAM una oportunidad para trabajar con los acreedores del grupo, y otras partes interesadas, para reducir su deuda y obtener nuevas fuentes de financiamiento, dándole las herramientas para transformar al grupo acorde a esta nueva realidad. La empresa tiene pasivos por US$ 10.000 millones y casi la totalidad (95%) son deudas tomadas por la casa matriz con multinacionales que operan bajo la ley de Nueva York. «Por eso nos acogimos al Capítulo 11», dijo Roberto Alvo, CEO del Grupo por teleconferencia. Es importante aclarar que no se trata de un proceso de quiebra sino de rehabilitación financiera que demandará unos 12 meses”, agregó el directivo. La gran mayoría de las aerolíneas de Estados Unidos, entre ellas American, United y Delta, han recurrido en algún momento de crisis a ella y han salido no solo exitosamente sino también fortalecidas. Justamente Avianca, principal competidor en la región de Latam, tomó la misma decisión hace un mes, proceso que avanza actualmente. Tampoco implica que las aerolíneas no vayan a seguir operando o a no aceptar pasajes actuales y futuros y que los puntos o millas de viajero frecuente, cupones y tarjetas de regalo en posesión de los clientes, se mantienen plenamente vigentes. “Se honrarán todos los pasajes actuales y futuros, así como los vouchers de viaje, millas y beneficios de viajero frecuente y políticas de flexibilidad, y se mantendrán las alianzas con terceros”, dijo en un comunicado la empresa. Un dato sobre la confianza del procedimiento es que los actuales accionistas, las familias Cueto y Amaro, junto al grupo Qatar Airways, se comprometieron a aportar US$ 900 millones para sanear las finanzas de la empresa. Y manifestaron estar a la búsqueda de nuevos accionistas «para suministrar financiamiento adicional». Un punto sugerente es por qué no están incluidas en el pedido de ingreso voluntario al Capítulo 11 las filiales de Brasil, Argentina y Paraguay. Si bien no hay una respuesta oficial, lo que se sabe es que hay una negociación en marcha con el Gobierno brasileño buscando apoyo financiero para las operaciones del grupo en Brasil. El caso Argentina es más difícil ya que no hubo hasta el momento algún gesto del gobierno que pueda suponer algún tipo de ayuda al sector. “Se trata de una crisis sin precedentes en la industria y no hay ninguna línea aérea en el mundo que pueda sobrevivir sin ayuda. Estamos a la espera de entender la posición del Gobierno argentino en particular, respecto de la situación en general de Latam”, dijo Alvo. Una mala señal, sin duda, es la respuesta del gobierno y los gremios a facilitar un acuerdo de la empresa con sus trabajadores para una reducción temporal de los sueldos -pese a que más de mil empleados locales firmaron su conformidad- como sí hubo en el resto de las filiales. Por el contrario, este martes el Gobierno intimó a la empresa a depositar íntegramente los salarios de su personal antes del viernes. No obstante, lo que se dijo es que la filial argentina seguirá operando como hasta ahora. La única explicación extraoficial que se escuchó es que la filial local no puede acogerse al Capítulo 11 ya que éste no es aplicable para la Argentina dado sus acuerdos con la legislación de Estados Unidos.