Este martes a medianoche finalizó el periodo previsto para la discusión paritaria entre Aerolíneas Argentinas y los sindicatos. No hubo acuerdo, aunque se acordó una prórroga para seguir negociando por cinco días que finaliza el próximo miércoles. Si uno analiza las posiciones las partes aún están muy lejos ya que la empresa –por lo tanto el Gobierno– propone una cifra que rondaría el 16%, con una cláusula gatillo por si se disparara la inflación, y los gremios pretenden algo así como el doble. Más que los números, lo central parecería ser encontrar un parámetro objetivo sobre el qué discutir y no simplemente un porcentaje. También hay que tener en cuenta los otros beneficios, como viáticos o a cargo de quien quedan las cargas sociales, por ejemplo, que no se reflejan en los porcentajes. Desde la parte oficial el objetivo es discutir en base a la inflación futura, más la cláusula gatillo por las dudas, mientras que los gremios hablan de “recuperación del salario” algo que el año pasado les resultó beneficioso. El tema no es menor. No solo porque detrás de Aerolíneas viene el resto de la industria, sin ayudas del Estado, sino también por la incidencia que la masa salarial tiene en los costos de la empresa estatal: 30%. Un punto más, un punto menos pesa, y mucho, en el objetivo de ir reduciendo los subsidios.
