El rápido avance la variante Ómicron, de Covid-19, deriva en que los contagios se disparen a niveles récords en buena parte del mundo. Las compañías aéreas no son la excepción y muchas de ellas debieron licenciar personal contagiado para que se aíslen, como marcan los protocolos sanitarios. Producto de eso se generó una crisis, dentro de la crisis, que dio comienzo durante la Navidad. Sólo en el pasado fin de semana del 25 y 26 de diciembre, se cancelaron 6 mil vuelos. Y el lunes 27, 720 vuelos. “Tenemos personal que está enfermo, que tiene síntomas y la recomendación es que se queden en casa”, comentó la portavoz de SAS, Freja Annamatz, una de las aerolíneas europeas más afectadas, junto a Lufthansa. El impacto fue realmente global, por eso se produjeron cancelaciones en Europa y, pero también en el Lejano Oriente, tanto en China como Australia. En Estados Unidos, las más afectadas fueron United y Delta Air Lines. “El aumento a nivel nacional en los casos de Ómicron tuvo un impacto directo en nuestras tripulaciones de vuelo y las personas que dirigen nuestras operaciones”, explicó United en un comunicado.