Opinión. La semana pasada, durante el Foro de Líderes de Líneas Aéreas que anualmente organiza la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Líneas Aéreas (ALTA), se eligió a la ciudad de Buenos Aires como sede del próximo encuentro.
La capital argentina había sido anfitriona del mismo evento en 2017, es decir tres ediciones antes (en 2020 no hubo por la pandemia) al de Bogotá que acaba de finalizar.
Si bien ser sede de un evento regional como el de ALTA es siempre un honor, en este caso algunos se preguntaron si esta vez no habrá sido una imprudencia.
¿Quién propuso a Argentina para recibir ALTA 2022 en este momento?
Es difícil saber quién digita las sedes. Desde la ANAC dijeron que la elección “fue de todos” mientras que desde ALTA afirmaron que “es un trabajo que hace el organismo donde se contemplan varias alternativas hasta que se elige una”. No mucho.
Es evidente que el país está inmerso en una situación política complicada, que puede agravarse según el resultado de las elecciones de medio término previstas para dentro de dos semanas. Con el país partido al medio y sin cooperación entre las partes, es difícil adivinar cómo será el clima político en octubre de 2022, donde además se esperan pases de facturas y cuestionamientos dentro de las mismas alianzas.
Lo mismo con el tema económico, cuyo panorama, según los especialistas, es preocupante, más cuando pasadas las elecciones se cuenten los pesos impresos a toda máquina – única fuente de financiación del país – para tratar de dar vuelta una mala elección y atender otras cuestiones.
En octubre, cuando comiencen a llegar los participantes, ¿la Argentina habrá arreglado su deuda con el FMI o será un país en default, es decir “fuera del mundo”?
¿Los índices de pobreza, se mantendrán en un indecoroso 40% o habrán trepado? ¿La inflación, algo que muchos de los posibles visitantes no conocen en sus países, seguirá en un 60% anual?
¿Le vamos a explicar a quienes vengan que si cambian los dólares en un “arbolito” le darán exactamente el doble de pesos que si lo hacen en una casa de cambios o que tendrá que abrir por dos días una cuenta de ahorro en un banco?
¿Qué a los argentinos para poder usar los aviones de estos señores para viajar al exterior deben pagan un 75% más de impuestos, además de todas aquellas tasas que se pagan habitualmente? Algo así, como un cepo a los viajes.
¿Les habrán contado que los jóvenes se están yendo del país por falta de futuro? ¿Y de la inseguridad y los piquetes?
¿Sabrán que muchos argentinos no pueden usar sus aviones por estar vacunados con un producto que no eligieron y que muchos países no aceptan?
Respecto a los anfitriones, ¿sabrán que Aerolíneas Argentinas, la empresa de bandera como le gusta decir a los empleados y funcionarios, es una de las pocas aerolíneas 100 % estatal que subsisten en el continente, junto con Cubana, Conviasa y BOA. Y que además monopoliza el 75% del mercado de cabotaje y tiene prioridad sobre el resto de las empresas que opera en el mercado?
¿Qué, además, durante la pandemia, recibió U$S700 millones mientras que las otras empresas no recibieron ningún tipo de ayuda estatal, por lo que muchas – como Latam, Avianca Argentina, Andes Líneas Aéreas, Austral Líneas Aéreas – se fueron del país o directamente cerraron? Empresa, por otra parte, que desde que se re-estatizó en 2008 requirió para mantenerse a flote casi 9 mil millones de dólares
A los argentinos nos encanta recibir visitas. Solo que probablemente éste no sea el mejor momento.
SGR
Santiago, total coincidencia con tu nota.
Hola, no conozco mejor fuente de información de lo que pasa en el sector de la aviación comercial en el mundo que Aviacion News. Por eso son mi fuente de info del sector desde hace más de 10 años. Ahora bien, cuando en una nota se hacen comentarios a título personal ajenos a la aviación comercial…mmm no creo que sume…
Hola Andrés. Gracias por comentar. Es una nota de opinión. Como lo dice allí. Con firma. Igualmente bienvenido el comentario.