En su documento IATA se compromete a que “la aviación siempre pondrá la seguridad primero”, por lo que trabajará para la implementación de un régimen de bioseguridad; la aviación responderá “con flexibilidad a medida que evolucione la crisis”, el ítem apunta a la utilización de nueva ciencia y tecnología; asegurándose que las medidas adoptadas tengan respaldo científico y “sean económicamente sostenibles y operacionalmente viables”. IATA se compromete a que la aviación sea “un motor clave de recuperación económica”. La Asociación reafirmó además sus compromisos medioambientales que consisten fundamentalmente en reducir las emisiones de carbono en un 50% de los niveles de 2005, para 2050, e implementar el sistema de compensación Corsia; y finalmente operar “de acuerdo con estándares globales armonizados y mutuamente reconocidos por los gobiernos”.
