Todo indica que Lufthansa necesita ayuda urgente para evitar la bancarrota. Pero sus directivos no estarían dispuestos a aceptar esta ayuda a cualquier costo. Hasta este martes, no se habían puesto de acuerdo el CEO de la aerolínea, Castren Sapor, y los Secretarios de Estado JORGE Kiries y Ulrico Nassau en cuanto a las condiciones bajo las cuales se daría el paquete de ayuda para la empresa. El ofrecimiento del gobierno es de 9.000 millones de euros, entre inyección de capital y préstamos, a una tasa de interés del 9%. A cambio, el gobierno federal recibiría un 25% de participación en la compañía y dos puestos en la Junta de Supervisión. Sin embargo, y pese a la necesidad de contar con ayuda económica urgente, los directores se niegan a entregar tal participación administrativa por dos razones principales: no quieren darle al gobierno participación para intervenir en decisiones corporativas influenciadas por intereses políticos y, por otro lado, con los dos votos del gobierno y los de los representantes de los empleados, habría mayoría suficiente para tomar decisiones en la junta. Eso imposibilitaría, por ejemplo, recortes de personal o decisiones como la de cerrar la subsidiaria Germanwings. La aerolínea está detrás de un acuerdo parecido al que han obtenido compañías como Airbus, en las cuales los gobiernos han conseguido participación accionaria, pero no pueden directamente en las decisiones corporativas. Sin embargo aún hay una alternativa que Lufthansa aún no ha jugado: acogerse al llamado modelo de Escudo Protector en el que la compañía tendría tres meses para preparar un plan de insolvencia y acogerse a la ley de quiebra, lo que permitiría controlar las deudas y ganar tiempo para tomar decisiones. Además, el Estado suizo garantizará préstamos para dos filiales del grupo alemán Lufthansa, Swiss y Edelweiss, por valor de 1.200 millones de euros. Mientras tanto, el Gobierno español está preparando ayudas financieras para Iberia. Hasta ahora, la postura del Gobierno ha sido la de esperar a que la Comisión Europea termine de perfilar el nuevo marco legal de ayudas públicas a las empresas estratégicas, que hasta la crisis del coronavirus estaban muy limitadas por sus efectos sobre la libre competencia. Sin embargo, otros países se han adelantado ya a ofrecer estas ayudas a sus aerolíneas ante la necesidad urgente de liquidez. Y fuentes gubernamentales admiten que ya están trabajando en esta posibilidad para apoyar financieramente a aerolíneas españolas como Iberia, mientras la Comisión perfila la nueva normativa.
