El grupo aéreo alemán manifestó su interés en comprar Transportes Air Portugal-TAP, cuya propiedad está compartida hoy por el gobierno luso y David Neeleman. El interés germano se basa, complementariamente, a la decisión de Neeleman de desprenderse de la empresa. TAP registró pérdidas por € 105 millones al cabo de 2019. La adquisición de la aerolínea lusa sería una respuesta bastante razonable de Lufthansa a la integración de Air Europa en IAG: con TAP, el grupo germano potencia su presencia y proyección en Latinoamérica y el Mediterráneo.
