“Nadie duda, es evidente la importancia estratégica de Flybe, sobre todo en lo referido a suministrar conectividad a todo el Reino Unido”, declaró hace unos pocos días el primer ministro británico, Boris Johnson. A partir de esa toma de postura, es que Flybe se encuentra negociando con el gobierno una línea de asistencia que le permita obtener fondos adicionales. En concreto, se habla de un recorte del denominado Servicio de Pasajeros Aéreos (APD, por sus siglas en inglés), un impuesto que todas las empresas deben cobrar y aplicar al viajero de cabotaje. Las empresas aéreas recaudan este gravamen y luego lo giran al Estado. La discusión es reducirlo desde las £ 13 actuales por viajero, retrotraerlo a £ 5. Otra opción es brindar financiación a Flybe dentro de iniciativas de incentivo a las inversiones, y que fondearían a la empresa, en conjunto con los nuevos dueños, el consorcio Virgin Connect, integrado por Virgin Atlantic, Stobart Aviation y el fondo de inversiones Cyrus Capital. Flybe moviliza alrededor de 8 millones de viajeros por año desde aeropuertos como Birmingham, Manchester, Southampton, Belfast City, Cardiff y Aberdeen, y los conecta con el resto del archipiélago británico e incluso con destinos en Europa.
