El acuerdo era sencillo, todas se integrarán en un Joint Business Agreement (JBA): Delta Air Lines, Virgin Atlantic y Air France-KLM. En ese contexto, la norteamericana se aseguró la compra del 49% de las acciones de la transportadora británica y ésta, a su vez, le vendería el 31% de las acciones a la franco-holandesa. Se trata de un modo de fortalecer los vínculos. Sin embargo, Richard Branson, fundador y dueño de Virgin se arrepintió y anunció que dará marcha atrás, no venderá el 31% de las acciones y por lo tanto no perderá el control sobre la compañía. Air France-KLM iba a pagar unos US$ 248 millones por las acciones. Branson aclaró que, aunque no venderá los títulos al grupo franco-holandés, la conformación del JBA sigue en marcha
