La afirmación suena a priori sorprendente: una compañía aérea que admite que la mitad de sus ingresos no proviene de su negocio fundamental; la venta de boletos aéreos. Y es que Spirit Airlines ha desarrollado vastamente la estrategia de los ingresos auxiliares y hoy la mitad de sus beneficios proviene de la venta de esos ítems. De hecho, la low cost espera para 2020 aumentar esa proporción en un 3%. A modo de ejemplo, un ticket Nueva Orleáns/Cancún tiene una tarifa promedio de US$ 161. Sin embargo, si se quiere elegir un asiento, hay que agregar US$ 94 dólares extras, de modo que lo pagado por el usuario ya trepa a US$255 dólares. Si además se quiere sumar millas en el club de viajeros frecuentes, se debe pagar US$ 15, si se pretenden asientos mejor ubicados (más cómodos), otros US$ 17. En definitiva, el vuelo original de US$ 161, termina saliendo US$ 287.
