Boris Johnson, recientemente electo primer ministro británico, anticipó que modificará la ley para proteger más a los viajeros, en el caso de quiebras de líneas aéreas. El objetivo es que la Autoridad de Aviación Civil Británica pueda facilitar a las empresas en problemas que repatríen a los viajeros antes de cerrar sus puertas. Pero además la idea es que el propio gobierno pueda aumentar la supervisión y los controles sobre las líneas aéreas para volver a evitar situaciones traumáticas como los cierres de Thomas Cook y Monarch. “Este es un tema complejo y debe incluir una consulta completa para proporcionar una solución, ya que, la confusión con respecto a las disposiciones de protección es perjudicial para los clientes y las empresas”, comentó Peter Bucks, presidente de la comisión de Revisión de Insolvencia de Aerolíneas del gobierno británico.
