En el marco de la Asamblea realizada en Seúl, IATA confirmó que rebajará sus previsiones de beneficios, para este año, de los US$ 35.500 millones de diciembre de 2018, a US$ 28 mil millones. La explicación de este “pesimismo”, es la debilidad del comercio global, las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la suba en el precio del combustible. En definitiva, el incremento de costos que se espera es del 7,4%, frente a un incremento de ingresos esperado del 6,5%. De modo que se espera que el margen neto se reduzca un 3,2%. “Este año será el décimo año consecutivo en negro para la industria de las aerolíneas. Pero los márgenes se están reduciendo por el aumento de los costos en todos los ámbitos, incluidos mano de obra, combustible e infraestructura. La dura competencia entre las aerolíneas mantiene los rendimientos en aumento. Es probable que continúe el debilitamiento del comercio mundial a medida que se intensifique la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Esto afecta principalmente al negocio de carga, pero el tráfico de pasajeros también podría verse afectado a medida que aumentan las tensiones. Las aerolíneas seguirán obteniendo ganancias este año, pero no es fácil ganar dinero”, dijo Alexandre de Juniac, director General y CEO de la IATA.
