La aerolínea jamaiquina confirmó esta semana el cese de todas sus operaciones, tras cinco años de vuelos ininterrumpidos. La empresa procedió, además, al despido de su casi centenar de empleados. En una carta pública, el presidente de la compañía, Paul Ronald Reece, se lamentó por lo sucedido, pero recordó que la compañía arrastra problemas económicos desde al menos noviembre de 2018, cuando comenzó a atrasarse en el pago de los haberes a su personal. Para esa fecha, un avión de la compañía sufrió un incidente en el Aeropuerto Internacional Cheddi Jagan, de Guyana, que le impidió despegar y provocó heridas a varios de los 120 pasajeros.
