La resolución, publicada en el Boletín Oficial, suspende hasta fin de año los aumentos previstos en febrero para dos tasas que pagan las aerolíneas internacionales o locales que realizan vuelos con origen o destino internacional. Se trata concretamente de las tasas de protección al vuelo y de apoyo al aterrizaje, que cobra la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA). Si bien la medida dispuesta por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) que depende del Ministerio de Transporte busca ampliar la oferta de vuelos internacionales y mejorar el precio de los tickets, lo cierto es que el impacto será insignificante teniendo en cuenta que estas tasas representan entre el 4 o 5 por ciento del total del costo operativo. Y aquí lo que se elimina es sólo la actualización dispuesta en febrero. Nada demasiado importante como para entusiasmar a alguien a venir o retener a alguno que estuviera pensando en levantar la operación por un tema de costos. Aunque es dable reconocer que la medida está en línea con el objetivo de incrementar la cantidad de pasajeros que entran y salen del país. También -aunque su incidencia será más que exigua- que el menor costo sirva para reducir el precio de los tickets o, en todo caso, evitar que suba por efecto del precio del petróleo, como se dijo. Lo que sí es evidente es que la medida va en sentido contrario de quienes proponían, inclusive dentro del oficialismo, aumentar las tasas para desalentar la salida de dólares por turismo.
