Hace pocos días, el rey Holanda, Guillermo Alejandro, confesó que desde hace 20 años mantiene y desarrolla un “hobby” secreto: es piloto comercial de KLM. En realidad, es copiloto y se encuentra entrenando para transformarse en comandante de B-737. El monarca es oficial de la Fuerza Aérea de su país y piloto de aviones militares de carga. Antes de “trabajar” para KLM, fue piloto de la aerolínea carguera holandesa Martinair. “Para mí, lo más importante es que tengo un hobby para el cual necesito concentrarme por completo”, declaró el rey. “Tienes un avión, unos pasajeros y una tripulación y eres responsable de ellos. No te puedes llevar tus problemas contigo, tienes que desconectar por completo y concentrarte en otra cosa. Eso, para mí, es la parte más relajante de volar”, agregó. El monarca mantiene su hobby de incógnito lo que le permite desarrollarlo con tranquilidad. “La ventaja es que siempre puedo decir que deseo a todos una cordial bienvenida en nombre del capitán y de la tripulación. Así que no tengo que decir mi nombre. Aunque la mayoría de los pasajeros no escucha el mensaje de todos modos”, concluyó Guillermo Alejandro.
