La low cost brasileña tiene una deuda que asciende a US$ 2.400 millones. En función de ello se encuentra trabajando para tratar de reducir la carga financiera. Cerca de un 20% de los acreedores aceptaron bonos a cambio de la deuda. “Seguiremos mirando alternativas para solucionar la deuda en el mercado”, dijo Edmar Lopes, CFO de Gol. El ejecutivo confirmó además que continúa tratando de renegociar con los acreedores de modo informal, pero sin acceder a una reestructuración judicial. Gracias a los bonos, la compañía pudo recaudar unos US$ 174 millones, aunque el total de lo propuesto por Gol en el canje alcanzaba los US$ 780 millones. En definitiva, la reducción de deuda bruta de la operación fue de solo US$ 101 millones.
GOL SE ENCUENTRA EN PLENO PROCESO DE REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA
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