El principal aeropuerto londinense cerrará la Terminal 1, tras 47 años de vida, luego de haber trasladado gran parte de la actividad a la Terminal 2 y otra sección a la Terminal 5. El último vuelo comercial que partió de la T1 fue un servicio de British Airways, que despegó el lunes pasado hacia Hanover. Desde 2003, el aeropuerto invirtió US$ 9.900 millones en una renovación total de sus instalaciones e incluso en la construcción de la T5. La T1 operó durante décadas la mayor cantidad de vuelos de corto recorrido de Europa Occidental. En su momento de máxima actividad movilizó 9 millones de usuarios. Al momento del cierre operaba 17 servicios, solamente, y unos 1.700 viajeros diarios. “Es un paso importante en la transformación de Heathrow”, comentó John Holland Kaye, CEO del aeropuerto. “La T1 ha servido a Gran Bretaña bien casi 50 años, pero hay que expandir la Terminal 2 para darle al país un aeropuerto de categoría mundial del que podamos estar orgullosos”, concluyó el ejecutivo.
