Los pasajeros que llegaron este lunes a Ezeiza después de haber volado toda la noche se encontraron con una poco grata sorpresa. Los empleados de la empresa estatal Intercargo, que asiste en tierra a todas las aerolíneas que operan en la Argentina con excepción de Aerolíneas Argentinas y American Airlines, habían iniciado una sorpresiva asamblea por el reclamo de un bono de fin de año que complicó y demoró por lo menos a una docena de vuelos internacionales. Así los pasajeros que llegaron en vuelos de LAN (tres internacionales), Delta, Lufthansa y Air France, entre otros, debieron esperar unas dos horas para reunirse con sus equipajes. Impedidos las aerolíneas para mover el mismo -los únicos autorizados son los empleados de Intercargo- la situación se puso tensa cuando autoridades de seguridad sugirieron a los pasajeros regresar a la tarde por sus pertenencias. Al margen de sus habituales conflictos laborales, que repercuten en el servicio que las líneas aéreas brindan a su clientes -el pasajero no distingue quien es quien- Intercargo lidera las quejas de las aerolíneas por sus altos costos y su baja calidad de servicio.
