La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) decidió autorizar a todas las aerolíneas del Continente a que, a su vez, permitan el uso de dispositivos móviles, por parte de los pasajeros, durante los vuelos aunque no estén en “modo avión”. En realidad, la entidad asegura que las propias compañías deberán tomar la decisión final. Según la propia EASA, el proceso podría tomar unos ocho meses a cada empresa definir la cuestión. La autorización sería el paso previo para poder ofrecer, incluso, servicios de conectividad en pleno vuelo, por parte de las líneas aéreas. Y es que cada transportadora deberá encarar un período de testeo propio, en su flota operativa, para verificar que los dispositivos móviles no interfieren en los vuelos.