American Airlines y US Airways concluyeron este lunes su fusión dando origen a American Airlines Group, la aerolínea más grande del mundo por ingresos, número de pasajeros y empleados. Las acciones de la nueva sociedad comenzaron a cotizarse ese mismo día en el mercado electrónico Nasdaq bajo las siglas AAL. Significaba también que el tribunal que en Nueva York supervisaba la reestructuración de AMR Corporation, empresa madre de American Airlines, aprobaba finalmente el plan que le permitía a la aerolínea salir de la quiebra a la que dos años antes ella misma había pedido ingresar. La nueva American Airlines, que se proponer transportar 190 millones de pasajes al año y generar ingresos por U$S 38.600 millones, dispondrá de una fuerza laboral de 120 mil empleados, una flota de más de 1.500 aviones, llegara a 330 destinos en 54 países y pondrá en movimiento cada día 6700 vuelos. La operación fue estimada por los especialista en 18.000 millones de dólares. Para llegar a esta instancia, American y US Airways debieron antes hacer una serie de concesiones para poder alcanzar un acuerdo con el Departamento de Justicia, los estados de Arizona, Florida, Michigan, Tennessee, Pennsylvania y Virginia y el distrito de Columbia y el Departamento de Transporte. Ambas empresas debieron renunciar a 104 slots en el aeropuerto Reagan National (Washington), 34 en La Guardia (Nueva York), dos en Logan (Boston), O’Hara (Chicago), LAX (Los Ángeles), y los aeropuertos de Miami y Dallas. Se trata de la desinversiones más grande hechas en una fusión de líneas aéreas.
