El consejero delegado del grupo IAG declaró durante el Congreso Mundial de las Aerolíneas de Bajo Costo, que se celebró en Londres, que si los pilotos de Iberia agrupados en Sepla continúan rechazando el plan de reestructuración “significa que debo enfrentarme a los sindicatos nuevamente, entonces así será. Es mi trabajo». El ejecutivo agregó que «No estoy en el cargo para divertirme”. El propio Walsh ya aprovechó la junta de accionistas de IAG del pasado junio para subrayar que Iberia necesita más ajustes para garantizar su supervivencia. «La situación es crítica y nadie quiere que Iberia desaparezca», dijo entonces, advirtiendo que los riesgos sobre el futuro de la compañía no desaparecerían a menos que «todas las partes» trabajen unidas para lograr la transformación total de la estructura de la compañía. IAG disparó sus pérdidas hasta los 503 millones de euros en el primer semestre del año, dos veces y media más que en la primera mitad del ejercicio anterior. A pesar del dato, el holding subrayó que la reestructuración de Iberia estaba dando ya frutos y que se había notado significativamente en el segundo trimestre, cuando el grupo había conseguido un beneficio operativo de 245 millones. De hecho, entre abril y junio, Iberia consiguió reducir sus pérdidas a 35 millones, frente a los 93 millones del segundo trimestre del año anterior.
