LOS REEMBOLSOS EN EL CENTRO DE LA ESCENA

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Entre los defensores del derecho del consumidor que exigen un retorno del dinero por un servicio que no se brindó, hasta quienes aseguran por un lado que la cancelación se debe a resultado de restricciones gubernamentales y por el otro, que si las compañías que actualmente se encuentran sin ingresos tuvieran que enfrentar una liquidación monetaria sobre todos los boletos que tienen vendidos, el camino a la quiebra sería inevitable, parece no haber punto medio. La opción que más se ve por estos días tiene que ver con la entrega de vouchers o tickets para volar más adelante. ¿Qué sucederá con las empresas que no se logren recuperar? ¿Qué pasará con aquellos viajeros de negocios -o de turismo también- cuyo vuelo en otra fecha no tiene razón de ser? ¿Y peor aún, aquellos que han comprado tramos para regresar al país en vuelos que luego fueron cancelados y lograron regresar en vuelos de repatriación (que además tuvieron que pagar)? Las preguntas, éstas y muchas más, siguen en el aire. Las compañías dispuestas a rendir reembolsos, igualmente tienen en claro que preferirían otra alternativa. Quienes buscan evitarlos a toda costa, pueden llegar a enfrentarse a conflictos judiciales alrededor de todo el mundo. En EE.UU., el Departamento de Transporte ordenó a las aerolíneas que reembolsen a los pasajeros en caso que se cancelen los vuelos, se realicen cambios significativos en los horarios o las restricciones gubernamentales impidan volar debido al brote de coronavirus. La orden se aplica a cualquier vuelo en aerolíneas estadounidenses o extranjeras “hacia, dentro o desde los Estados Unidos”. La IATA fue muy clara en su postura al respecto. Es una decisión de cada línea aérea y cada mercado, pero si se tuvieran que devolver todos los boletos, no habría compañía que pudiera soportarlo.»Hoy hay más solicitudes de reembolso que ventas y eso está poniendo en una situación sumamente complicada a las líneas aéreas, que se están quedando sin dinero», fueron las palabras elegidas por el vicepresidente para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerdá. Además, se pidió formalmente la «flexibilización de la aplicación de las normas de protección al usuario» relacionadas con compensaciones y multas generadas por posibles demoras y/o cancelaciones de vuelos. Puntualmente, sugería «permitir a las aerolíneas ofrecer a los pasajeros afectados posponer sus vuelos o entregar créditos (vouchers) de la misma aerolínea». Casi como una excepción a la regla, Emirates se mostró proactiva en los beneficios para sus pasajeros permitiendo solicitar los reembolsos o conservar los pasajes reservados antes del 31 de mayo para viajar hasta el 31 de agosto, que se prorrogarán automáticamente por dos años. «Durante ese plazo el billete será aceptado para cualquier vuelo al mismo destino de la red de rutas de Emirates o a otra ciudad dentro de la misma región, sin necesidad de pagar por los cambios», explicaron.