Estados Unidos no tomó medidas unificadas de aislamiento social, en cambio, cada Estado decidió de modo independiente. Esto supuso para las compañías aéreas la esperanza de un tráfico de cabotaje aún activo. Sin embargo, en las últimas semanas, el tráfico cayó en un 84%, ante el avance en paralelo del Covid-19, verificable en el número de infectados y fallecidos. De hecho, el pasado 24 de marzo, el presidente Trump decretó la emergencia. Las grandes aerolíneas estadounidenses debieron recortar rápida y dramáticamente su oferta casi a la mitad, mientras el factor de ocupación (Passenger Load Factor, PLF), se desplomaba al 20%. En cifras: el lunes 24 un total de 280 mil personas tomaron vuelos en el país, cuando un año antes esa misma cifra alcanzó los 2,1 millones. Otra estadística muestra que, desde el 13 de marzo, se ha venido perdiendo un total de 130 mil pasajeros por día.
