AEROLÍNEAS ARGENTINAS: LA CULPA SIEMPRE ES DEL ANTERIOR

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La presencia en el estrado del titular de Aerolíneas y el Ministro de Transporte -aunque éste solo tomó la palabra para alabar la gestión de Ceriani, al revés de Guillermo Dietrich que siempre hacía él los anuncios empresarios- era una oportunidad para los periodistas que no querían quedarse simplemente con los detalles de la programación de cabotaje. Pero “por una cuestión de tiempo” solo unos pocos iban a poder preguntar y una sola pregunta, sin repregunta por lo tanto. Respondiendo a una consulta de un periodista, Ceriani insistió en que recibieron la empresa “en una situación calamitosa, muy sobre endeudada, con deudas millonarias, un pasivo oculto por el canje de millas, y la situación comprometida de la flota por falta de mantenimiento”. Una acusación muy grave esta última para esta industria. Respecto a la situación económica y financiera, la denuncia no difiere de las que planteaban las autoridades elegidas para conducir la empresa durante el macrismo cuando asumieron, lo que demuestra que en Aerolíneas siempre la culpa es del anterior. También denunció Ceriani que se habrían encontrado irregularidades a raíz de una auditoría externa contratada especialmente. Sin posibilidades de repreguntar, no fue posible saber quién dirige la auditoría, que antecedentes tienen, y por qué, si se detectaron anomalías, como el caso de las millas con el Banco Galicia, no fueron a la justicia como es obligación para un funcionario. También el directivo hizo un comentario sobre el pasivo recibido, diferenciando cuando el endeudamiento es para cubrir gastos corrientes, en referencia a la gestión anterior, y cuando el mismo es para inversiones de flota, por ejemplo, como fue la compra de los B737-800, B737MAX y A330 en tiempo de Mariano Recalde. Aunque, vale recordar, la queja de quienes administraron la empresa entre el 2015 y el 2019, era que debían hacer frente a las órdenes de compra de Recalde por los aviones que iban entrando (por lo tanto había que pagar), inclusive por la deuda sobre los ahora desvalorizados Embraer. «Necesitamos más flota y eso lo vamos a ir teniendo el año próximo porque esperamos contar con los 737 MAX que van a empezar a operar entre mediados y fines de este año. Ahí tenemos cinco aviones más, y hay 12 Max que van a ir ingresando paulatinamente en los próximos años», expresó Ceriani. Respecto a esta flota, a punto de cumplir un año sin volar, la esperanza de los directivos es que, desde el punto de vista técnico, las aprobaciones pertinentes de recertificación por medio de las autoridades aeronáuticas de distintas partes del mundo se concreten en el segundo semestre del año.