El 16 de febrero, al emprender el vuelo AR1133 de Madrid a Buenos Aires, el LV-FPU -el último de los A340 con que contaba Aerolíneas Argentinas- hizo su último vuelo comercial. Ahora estaría en el proceso de “alistamiento” para su delívery, lo que ocurrirá en algunos días. La salida de los dos últimos A340 generó malestar entre la gente de la empresa, en especial los tripulantes. Las actuales autoridades se habían comprometido apenas llegaron a reemplazar los cuatrimotores por A330-200. En la empresa, y en algún medio mal informado, se habló de la posibilidad de incorporar 4 A330 que actualmente operan para AirAsia (Aerolíneas tiene dos aviones que sirvieron para esta empresa). Lo raro es que esos aviones tienen contrato de leasing por lo menos hasta 2023. La realidad es que no hay ninguna búsqueda de aviones en marcha. Las máximas autoridades de la gerencia de Flota dijeron en Irlanda, durante el Airfinance Journal-Dublin 2020, que recién a fines de abril sacarían un request for proposal (RFP), solicitud de propuestas, por dos A330 con características similares al resto de la flota. Pero la respuesta más realista la dio hace algunas semanas el propio presidente y CEO de la compañía, Pablo Ceriani, a un grupo de pilotos y tripulantes de cabina, mayoritariamente los que hasta ahora operaban los A340, cuando les dijo que, con mucha suerte, recién a fin de año podría producirse la incorporación de dos A330.
