Desde abril de 2020, Alemania establecerá un nuevo gravamen “verde”, que apunta a que el país sea neutral, climáticamente hablando, en relación con las emisiones de carbono, a partir de 2050. Incluso trascendió que el gobierno de Ángela Merkel planea lanzar una campaña para promover la utilización de formas de transporte más ecológicas, como el tren, en los viajes domésticos. De hecho, el ministerio de Finanzas explicó que incluso los tramos más cortos deberían pagar más impuestos que los largos. Según la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania, los viajes aéreos nacionales alemanes cayeron un 0,8% a 23,5 millones de pasajeros el año pasado en comparación con 2017. Asimismo, los vuelos internacionales desde Alemania aumentaron un 5,5% durante 2018 a 99 millones de pasajeros. En concreto, el impuesto sobre los boletos nacionales aumentará en Alemania desde 2020 a € 13, desde los € 7,5 actuales.
