La FAA confirmó que, durante la realización de varias pruebas en simuladores del MAX, encontró una nueva falla de software, sin especificar de qué se trata. Lo cierto es que Boeing debe ahora abocarse a solucionar este nuevo inconveniente, que le podría tomar hasta 3 meses, demorando inevitablemente la vuelta del avión a los cielos. Cabe recordar que el avión permanece prohibido y en tierra desde marzo pasado. Y que, si bien Boeing mantenía el optimismo de poder volver a certificar el avión para septiembre, hoy sabe que podría estar listo plenamente, recién, para el último trimestre del año. Luego de que los reguladores aprueben las modificaciones al MCAS de Boeing, el siguiente paso será que los pilotos de los MAX tomen un nuevo entrenamiento de actualización. Este proceso variará de una aerolínea a otra, pero algunos operadores estadounidenses estiman que este entrenamiento duraría al menos un mes, además de que han propuesto que los pilotos sean puestos en escenarios similares a los accidentes en el entrenamiento en simuladores.
