Al cabo de concluido su año fiscal, en marzo pasado, Ryanair presentó sus resultados económicos en los que muestra beneficios por € 1.020 millones. En otras cifras del informe, la low cost irlandesa registró un incremento del 19% en la recaudación de ingresos auxiliares hasta los € 2.400 millones, la facturación a su vez creció un 6%, llegando a € 7.650 millones, con una tarifa promedio de € 37, un 6% menos que en 2017. “El crecimiento en la capacidad de las rutas de corta distancia y la ausencia de la Semana Santa en el cuarto trimestre provocó una caída del 6 % en la tarifa aérea, lo que estimuló un crecimiento del tráfico del 7%”, afirmó Michael O’Leary, CEO de Ryanair. El directivo anticipó además que la Junta Directiva aprobó y dio luz verde a un programa de inversiones por € 700 millones.
