Si bien el tema comenzó a evaluarse internamente el mismo domingo, la decisión de suspender los vuelos recién llegó el lunes cuando varias aerolíneas –y hasta países– habían resuelto dejar los aviones en tierra. Esta demora, que incluyó consultas con empresas de la región usuarias también del B737-MAX, permitió que saliera antes APTA exigiendo la suspensión de los vuelos y apuntando en un comunicado por la falta de una resolución en ese sentido a la ANAC que demoró algo más en emitir un comunicado. Lo concreto es que Aerolíneas Argentinas debió rearmar de urgencia su grilla de vuelos con B737, lo que fue posible por ser época de baja –preocupa el feriado de Semana Santa a mediados de abril– por lo que solo debió soportar algunas pocas demoras. La empresa dispone actualmente de cinco Boeing 737 MAX 8, pero aspira llegar a once en 2021 y a la veinte en 2025 según adelantó hace una semana Aviación News. El primero lo recibió en noviembre de 2017. Con sus actuales cinco equipos la compañía lleva realizados 7.550 vuelos en total. La empresa dijo estar en contacto continuo con el fabricante y la Federal Aviation Administration (FAA), certificante de los aviones de origen estadounidense, pese a que estos no habían considerado necesario parar los equipos. Tanto Boeing como la FAA están emitiendo recomendaciones concretas que se hacen extensivas a todas las líneas aéreas que operan el avión.
