En realidad, no se trata de dinero adeudado de modo concreto, sino de dólares que retiene los gobiernos, obtenido de la venta pasajes aéreos y que no permiten remitirlos a las respectivas casas matrices de las aerolíneas. El caso más notorio y cercano en el tiempo corresponde a Venezuela, pero no es el único país que no permite remitir los dólares, tampoco lo dejan Angola, Sudan, Bangladesh y Zimbawe. En total, IATA calcula que el monto alcanza los US$ 4.900 millones (de los cuales US$ 3.780 millones corresponden a Venezuela). Alexandre De Juniac, CEO y director General de la IATA, reclamó que los países: “cumplan los acuerdos internacionales y las obligaciones de los tratados para permitir a las aerolíneas repatriar los ingresos procedentes de la venta de billetes y otras actividades”. “La conectividad que brinda la aviación es vital para el crecimiento económico y el desarrollo. La aviación genera empleo, impulsa el comercio y mejora la vida de las personas. Pero las aerolíneas necesitan tener garantías de que podrán repatriar sus ingresos y llevar los beneficios a los mercados”, dijo el ejecutivo.
