La histórica ola polar que afectó a prácticamente todo el territorio provocó estragos en las conexiones aéreas al inicio de las vacaciones invernales. Los cierres de diversos aeropuertos fueron moneda común y generaron inconvenientes operacionales a la mayoría de las compañías, que en varios casos tuvieron que utilizar una flota de mayor porte para trasladar a sus pasajeros. Así, LATAM Chile decidió enviar el día sábado a uno de sus B787-9 Dreamliners (matrícula CC-BGI) para la conexión Santiago de Chile – Mendoza, consolidando tres vuelos programados para el mismo día. Con este servicio, por primera vez un Dreamliner tocó suelo argentino en vuelo regular (ya había aterrizado en otras terminales por desvíos de vuelos a Buenos Aires) fuera de Ezeiza.
