Mientras se rumorea que se volvería atrás con lo avanzado para la compra de un avión para la Presidencia de la Nación, para evitar cuestionamiento y denuncias pese a que la licitación estuvo supervisada y auditada por la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), la discusión la semana pasada estuvo centrada por un lugar en Aeroparque. Es que si bien la aerostación presidencial está en el Jorge Newbery, el hangar presidencial está en el aeropuerto militar El Palomar, no muy bien mantenido. Una reunión el 27 de enero entre los involucrados (AA2000, Orsna, Presidencia, usuarios de hangares, etc.) coincidían en que hacer la terminal de Presidencia en la terminal sur era imposible por razones operativas y de seguridad, por lo que se aceptaba la sugerencia de construir un hangar nuevo para la presidencia en el espacio comprendido entre el ex hangar 10 Baires Fly, más la calle de acceso, más el hangar 11 de Austral. Baires Fly aceptó la propuesta desistiendo de cualquier reclamo (recibe en pago el hangar Tango y compensaciones en cánones y tasas), pero fue la Asociación Personal Técnicos Aeronáutico (APTA) quien reaccionó oponiéndose y acusando a la dirección de Aerolíneas de no haber, hasta ahora, objetado la decisión. El gremio de Ricardo Cirielli en un comunicado dice que “rechaza y condena de manera tajante, que el Hangar 11 de Austral Líneas Aéreas ubicado en Aeroparque, desaparezca para transformarse en un Hangar Presidencial o de cualquier otra empresa”. Y amenaza, luego de destacar la importancia del espacio para Austral, con oponerse a la medida “con todos los medios gremiales y legales vigentes en una democracia”
