Algunas semanas atrás el departamento jurídico de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) recibió la consulta de si aceptaban darle la excepción a la matrícula y a los tripulantes para volar el British Aerosoace 146 (Avro Regional Jet 85) en Argentina según permiten los artículos 106 y 107 del Código Aeronáutico. El objetivo era nacionalizar este avión y ponerlo a volar para la AFA (Asociación del Fútbol Argentino). El artículo 106 es el que permite, vía excepción, por razones técnicas contar con un porcentaje de personal extranjero por un lapso que no excede los dos años para luego hacer un reemplazo gradual por personal argentino. El 107 es el que establece que las aeronaves afectadas a los servicios deberán tener matrícula argentina. Sin embargo, excepcionalmente, “a fin de asegurar la prestación de los mismos o por razones de conveniencia nacional, la autoridad aeronáutica podrá permitir la utilización de aeronaves de matrícula extranjera”. Se desconoce si ANAC rechazó el pedido o simplemente no se inició finalmente el trámite. El avión accidentado este martes pertenece a la empresa boliviana Lamia (Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación) creada en 2009 en Venezuela para operar vuelos domésticos en ese país. En 2015 la empresa obtuvo el certificado de la Autoridad Aeronáutica Civil de Bolivia que la habilitó para realizar vuelos chárters domésticos e internacionales. Ese era justamente su cometido el último martes. Su base operativa estaba en Cochabamba.
