Si bien la parte más visible del conflicto que involucra a Aerolíneas Argentinas y sus pilotos concluyó luego del paro de 16 horas del viernes de la semana pasada, la realidad es que las medidas de fuerza disimuladas ahora bajo la modalidad de “quite de colaboración” continuaron afectando la programación de la empresa y a los pasajeros. A las dificultades para reubicar a los pasajeros perjudicados por el paro -debieron contratar dos chárter desde Madrid y un 767 desde Miami–, esta semana unos 8 vuelos se vieron afectados. El lunes un vuelo a Madrid y otro a Roma casi se cancelan cuando los pilotos presentaron partes médicos. Pablo Biró, presidente de la Asociación Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) atribuyó estos problemas en un reportaje por La Nación PM a que la empresa programa mal. Lo llamativo es que los programadores son los mismo que dispusieron una operación sin sobresaltos en lo últimos nueve meses. También llama la atención que los vuelos afectados sean los internacionales, los más cuestionados por las pérdidas que generan, y donde la competencia es más dura. Es sobre este segmento de mercado, además, donde APLA suele apuntar sus criticar al gobierno por permitir el supuesto desarrollo de la competencia en contra de Aerolíneas.
