La polémica no es nueva. Para algunos sectores, como el turismo, el exceso de feriados es un generador de negocio y por ende de empleos. En especial, en algunas localidades del interior que actúan como polos turísticos. Otros, en cambio, miran más allá del turismo y opinan que el abuso de feriados es un pésimo negocio para el país ya que afecta a la gran mayoría de las actividades económicas en general. El gobierno que este domingo 10 de diciembre abandona el poder, hizo un culto de los feriados posiblemente no tanto por sus efectos económicos sino por sus efectos populistas. La Cámara Argentina de Turismo, cuyo titular mostró en los últimos años una alineación absoluta frente a las decisiones del Ministerio de Turismo, informó esta semana que el impacto económico que generó la actividad turística durante los 9 fines de semana largo de 2015 es superior a los 15 mil millones de pesos en las economías regionales de todo el país. Y aún falta el fin de semana largo de Navidad. El esfuerzo conjunto de todos los sectores en todo el país ha logrado entender esta demanda y sus efectos resultan clave no sólo para la actividad turística, sino para todos los sectores económicos que reciben el “derrame” del turismo, además de su incidencia en la generación de empleo”, expresó Oscar Ghezzi, presidente de la CAT. La entidad en un comunicado precisó que el presente fin de semana largo del 8 de diciembre evidenció nuevamente un intenso movimiento turístico a lo largo del país. En ese sentido, LAN informó que las ventas de pasajes este año crecieron un 33 % con relación al mismo feriado de 2014, y estimó una promedio de ocupación de sus vuelos del 92 %, siendo los destinos más elegidos la provincia de Córdoba (15% de pasajeros) y Bariloche e Iguazú (12%). No indicó la empresa, en cambio, cual fue el efecto en rutas con un perfil más comercial que turístico o con los vuelos en los días intermedios (domingo y lunes).
