Quienes tuvieron oportunidad de “espiar” el balance “provisorio 2014” de Aerolíneas y Austral anticipan que los números asustan. Que las pérdidas serían record. También que el rojo de Austral sería, en términos relativos, más desproporcionado que el de Aerolíneas, lo que resulta extrañó teniendo en cuenta que el gran déficit del Grupo está en los vuelos internacionales. Algo de esto reconoció este domingo en La Nación Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas, cuando le preguntaron cómo afectaba a la empresa la relación peso/dólar hoy y él reconoció que, pese a haber vendido más pasajes y facturado más, “terminamos con un resultado peor por el enorme costo en dólares que tenemos”. Otro tema que preocupa a quien asuma después del 10 de diciembre -se dice que Pepe Scioli sería el candidato para presidir la empresa en caso de ganar su hermano, aunque su paso por LAFSA, la aerolínea que nunca voló, no sería un buen antecedente- es que durante el 2016 la empresa deberá transportar -por lo tanto correr con el costo- a los miles de pasajeros que en los últimos meses compraron pasajes subsidiados, a dólar turista cuando del exterior se trata, y en 12 y 18 cuotas. Los políticos de todos los signos temen que también Aerolíneas venga con un “bomba económica” debajo del ala. Este lunes se conoció una nueva transferencia de fondos para financiar los gastos de la empresa estatal de 291,5 millones de pesos. No será la última asistencia del año.
