¿Una cosa tiene que ver con la otra? Nunca se sabrá a ciencia cierta. Es probable que el funcionario piense que haber estado seis años al frente de Aerolíneas es una buena vidriera como para ingresar a la política. Otros, en cambio, piensan que a lo mejor esos seis años lo acerquen más a Tribunales. Lo concreto es que apenas Mariano Recalde se convirtió en precandidato del kirchnerismo para disputar la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires trascendió el avance de una investigación en su contra por irregularidades en contrataciones de Aerolíneas. La causa, que el juez federal Julián Ercolini había archivado, la Cámara Federal decidió seguir adelante después de una apelación del fiscal Guillermo Marijuan. Los camaristas dijeron que era «prematuro archivar el caso». La historia de remonta a febrero de 2010 cuando el abogado Ricardo Monner Sans presentó una denuncia contra Recalde, y otros directivos de la empresa, por supuestas irregularidades al contratar en forma directa un taller brasileño para la reparación de un Airbus A340. La denuncia de Monner Sans había caído en el Juzgado de Ercolin, y estaba basada en una presentación de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico, que encabeza Ricardo Cirielli. Según APTA, esa contratación se hizo a pesar de que en los talleres locales se podría haber hecho la misma reparación a menor costo. Los trabajos, un Chequeo «C», fueron contratados a la filial de Brasil de la empresa portuguesa Tapme, después de descartarse una oferta supuestamente más conveniente de la empresa israelí IAI Bedek Aviation. La aerolínea se defendió diciendo que los talleres propios se encontraban afectados a la reparación o mantenimiento de otras aeronaves y que a aguardar la finalización de estas tareas implicaba una demora adicional respecto a la comprometida por Tapme, de un mes y medio. Sin embargo la entrega de la aeronave, matrícula LV-BIT, finalmente se demoró dos meses, es decir que estuvo listo una vez concluida la temporada de verano. El fallo judicial señala que Tapme tenía menos de un año de experiencia en esas tareas y había realizado sólo dos inspecciones de aeronaves. Inclusive debió pedirle herramientas prestadas a Aerolíneas para acometer el trabajo. Monner Sans ya había presentado otras denuncias contra Recalde a raíz del vuelo especial a Montevideo que lo llevó junto a un grupo de invitados a ver un partido de la Selección y por el supuesto pago de sobreprecios en la compra de los Embraer.
