Finalizada la Conciliación Obligatoria, la empresa mantiene su decisión de despedir a 19 pilotos a los efectos de adecuar su estructura a su red de rutas que a su vez se ajusta al mercado. Como se recordará, la empresa había resignado en octubre sus vuelos a Rio Gallegos y Rio Grande, y antes desprogramado el denominado corredor petrolero que incluía a Córdoba, Mendoza y Neuquén. En mayo habían bajado las frecuencias a Bariloche, Esquel y Ushuaia. La empresa estuvo a punto de cancelar también su ruta por el litoral Atlántico el 1 de noviembre, pero sus directivos lograron sostener el acuerdo que tenían con la Provincia de Chubut lo que les permitió continuar este circuito que une diariamente a Buenos Aires, con Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew y Comodoro Rivadavia. También cerró la semana pasada un acuerdo con San Luis para realizar vuelos diarios a la capital provincial desde Buenos Aires, más dos servicios semanales a Merlo. Limitada Andes a muy pocos vuelos regulares (Salta y Puerto Madryn), restringida LAN al no poder incorporar aviones y circunscripta Sol a unas pocas rutas y acuerdos provinciales, Aerolíneas Argentinas se aproxima a su objetivo de llegar a las próximas elecciones prácticamente como único operador en cabotaje. Si hasta LADE, empresa de fomento estatal dependiente de la Fuerza Aérea, debió cancelar casi todos sus vuelos las últimas semanas por falta de recursos. “Hoy la política aérea argentina se limita a los deseos de Aerolíneas. Aunque a los argentinos esta política les cueste dos millones de dólares diarios”, señaló un empresario que lleva mucho dinero de su bolsillo invertido en este negocio.
