El principal aeropuerto de la capital británica comenzó esta semana a aplicar un protocolo de mayor precisión para evitar que ingresen al país personas infectadas con el virus de ébola. Se espera que la próxima semana, un protocolo similar sea adoptado por la también londinense terminal de Gatwick. Aunque admitió que “la situación va a empeorar antes de mejorar”, el ministro de Sanidad británico, Jeremy Hunt, anticipó que su país está “entre los mejores y más preparados países”, para prevenir y enfrentar la enfermedad. El nuevo protocolo incluye no sólo tomarle la temperatura a los pasajeros que provengan de los países afectados, sino también la exigencia de que éstos completen un completo cuestionario. En caso de que algún control de positivo, el sujeto en cuestión será trasladado al Hospital Royal Free, del Norte de Londres que se especializa en el tratamiento de enfermedades infecciosas.
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