British busca aplicar la tecnología “wearable” a la aviación. Se trata de sensores que se incorporan a alguna parte de nuestro cuerpo para interactuar continuamente con el usuario. Se utiliza en las zapatillas con GPS o en los nuevos relojes inteligentes, por citar dos ejemplos. A partir de esa idea, la aerolínea británica ha empezado a desarrollar esta «manta de la felicidad». El objetivo es conocer el estado de ánimo de los pasajeros, y así poderles atender con mayor diligencia. Podrán saber cuándo servir la comida, qué película les gusta y cual no…. Desde el punto de vista técnico, en las mantas se ha utilizado fibra óptica que cambia de color según las indicaciones de un sensor colocado en la frente, en una especie de cinta de pelo. El azul nos indica que el pasajero está relajado; el rojo, todo lo contrario. El estado de ánimo se puede medir en una escala de uno a cien, y transmitir esos datos vía bluetooth a las luces LED incorporadas en la manta. Por ahora, el invento se ha probado en un vuelo, hace unos días, el BA189 Dreamliner (Boeing 787) desde Heathrow a Nueva York, y según la compañía los resultados han sido interesantes para conocer más sobre cómo duermen los pasajeros, el horario de las comidas, el tipos de películas y las posiciones de los asientos.
